La Vanguardia (08/04/19).- Hubo un tiempo en que la belleza de Europa tenía en vilo a los dioses del Olimpo. Hoy, y precisamente a partir de la crisis de la deuda griega, lo que les quita el sueño a muchos de los ciudadanos europeos es la sospecha de que esa bella Europa no es más que la fachada de una estrategia neocapitalista nada bonita.